Rancho Las Voces: Literatura / México: Roger Bartra ingresará a la Academia de la Lengua
La inteligencia de Irene visita México / La Quincena

miércoles, enero 09, 2013

Literatura / México: Roger Bartra ingresará a la Academia de la Lengua

.
El antropólogo mexicano. (Foto: Archivo)

C iudad Juárez, Chihuahua. 9 de enero de 2013. (RanchoNEWS).- «Mi relación con el mundo de las palabras no es de lucha ni de tensión. Es de búsqueda y curiosidad», afirma el antropólogo mexicano Roger Bartra Murià (1942), quien aclara que también se considera un escritor. Una nota de Virginia Bautista para Excelsior:

El doctor en sociología por la Universidad de la Sorbona de París, quien el pasado 9 de noviembre fue elegido como miembro de número de la Academia Mexicana de la Lengua, para ocupar la silla XII, comenta en entrevista con Excélsior que su relación con la lengua «es un canal constante de ideas, imágenes, metáforas y hallazgos, que fluyen fácilmente y que ilustran mis exploraciones».

El hijo de los escritores catalanes exiliados Agustí Bartra y Anna Murià explica que, desde pequeño, fue una persona bilingüe y ello le facilitó el aprendizaje y la comprensión de otras lenguas. «He vivido muchos años en países de hablas distintas al español y ello me abrió a flujos culturales diversos, lo que es muy saludable».

Quien será el noveno en el sitio que dejó vacante la historiadora Clementina Díaz y de Ovando, fallecida el 18 de febrero de 2012, agrega que este año se propone enlazar su trabajo de investigación como antropólogo y etnólogo con las labores que realiza la Academia Mexicana de la Lengua.

«Las lenguas se alimentan principalmente del habla de la gente y no de las propuestas de las academias. Pero éstas pueden ser un canal que agilice la relación entre el lenguaje culto y el habla popular. Más que un filtro, deben contribuir a bombear con palabras frescas de muy diverso origen el lenguaje escrito», añade.

Para el investigador emérito de la UNAM, donde trabaja desde 1971, la lengua es uno de los elementos más importantes de la cultura. «Se encuentra en el centro de las formas simbólicas que articulan y estructuran el entorno cultural. En mis estudios sobre la relación entre los circuitos neuronales y las redes simbólicas, el lenguaje ocupa el lugar más destacado.

«El lenguaje y, más precisamente, el habla son los elementos fundamentales de lo que llamo el exocerebro: el conjunto de prótesis culturales que permiten que exista la conciencia. La conciencia es un estar conscientes de que somos conscientes: es autoconciencia. Ésta no existe sin el habla. Además del habla, en el exocerebro funcionan otras formas de lenguaje no discursivas (como la música). Me interesa la relación y la comparación entre los lenguajes discursivos y los no discursivos», asegura.

El autor de La jaula de la melancolía y El salvaje en el espejo, cuyo ingreso a la Academia fue propuesto por Vicente Quirarte, Leopoldo Valiñas y Hugo Gutiérrez Vega, desconoce aún su fecha oficial de ingreso a este organismo y quién responderá su discurso.

Por lo pronto, el ensayista, que se encuentra fuera del país y regresa en abril próximo, está terminando un texto sobre las relaciones entre el cerebro y el libre albedrío, que espera publicar este año.

«En mi nuevo libro critico las ideas deterministas que niegan la existencia del libre albedrío. Muchos científicos solamente ven cadenas de causa-efecto y piensan que la libertad es en realidad una ilusión. Toda decisión, según ellos, está encadenada a causas en los mecanismos cerebrales, los cuales generan la falsa idea de que estamos decidiendo. Yo aplico mis teorías sobre el exocerebro, como elemento fundamental de la conciencia, para mostrar que la libre voluntad es un hecho y que los humanos podemos escapar de las cadenas deterministas. Presento una exploración de algunos circuitos externos de la conciencia, que cristalizan en redes simbólicas. Y de manera destacada pongo el ejemplo de los juegos, una actividad que con razón es vista como esencialmente libre».

Bartra descarta un futuro estudio sobre el habla coloquial de la Ciudad de México. «No es mi campo. Mis investigaciones son sobre cerebro y cultura, y están íntimamente relacionadas con el habla y las estructuras simbólicas», concluye.

REGRESAR A LA REVISTA