Rancho Las Voces: Literatura / Argentina: La segunda temporada de Traspapelados. Lecturas caídas del índice
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jueves, marzo 28, 2013

Literatura / Argentina: La segunda temporada de Traspapelados. Lecturas caídas del índice

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Ariel Pichersky y Jerónimo Moretti, los narradores que impulsan la iniciativa.  (Foto: Página/12)

C iudad Juárez, Chihuahua. 28 de marzo de 2013. (RanchoNEWS).- La Casa Nacional del Bicentenario sirve de escenario a un ciclo gratuito que, el último jueves de cada mes, propone rescatar materiales literarios inéditos, recientes o guardados, con lecturas acompañadas por música en vivo y artes visuales. Una nota de Silvina Friera para Página/12:

«El arte de la poesía consiste en mirar fijamente, sin parpadear, la realidad, hasta que algo, desde su espesor y su noche, muestre, súbitamente, una evidencia», escribe Juan José Saer en Papeles de trabajo II, el segundo volumen de sus borradores inéditos. «Y el arte de la lectura –agrega– no difiere del de la poesía más que en el hecho de que el objeto específico que escruta es un libro.» ¿Y si el objeto específico es un fragmento, esquirla o capítulo de un cuento o novela reciente o perdido en un archivo, un enjambre de textualidades en ebullición que pueden ser las obras editadas en un futuro no muy lejano? Traspapelados. Lecturas caídas del índice, un ciclo de lecturas y música en vivo, empieza su segunda temporada hoy a las 19 en la Casa Nacional del Bicentenario (Riombamba 985). Todos los últimos jueves de cada mes, los narradores y promotores de esta iniciativa, Ariel Pichersky y Jerónimo Moretti, reúnen escritores que presentan sus materiales inéditos. En esta primera vuelta, además de los anfitriones, estarán Nicolás Hochman y Julia Coria, acompañados por el músico Pablo Krantz y la artista visual Luciana Goyhman.

El nombre del ciclo se refiere al tipo de textos que convoca: escritos inéditos, recientes o guardados, impresos en hojas sueltas. Papeles extraviados que necesitan la «materialidad» de la voz y un puñado de orejas disponibles para iniciar el camino de la circulación. «Lo que buscamos es ofrecer un punto de acceso a la escritura actual», dice Pichersky a Página/12. «En la conjunción de lectura y música se produce un ambiente muy agradable en el que compartimos la producción de escritores y músicos en actividad, las obras del futuro.» Moretti plantea que un texto nace como una idea o boceto que se produce en soledad y se trabaja a conciencia con la corrección. «Luego empieza el proceso de exponerlo o compartirlo, ya sea en un taller literario o, como en este caso, en un ciclo de lecturas. A partir de estas experiencias, el autor puede soltar su obra porque de alguna manera ya no le pertenece. En Traspapelados, al leer inéditos, asistimos no al fin del viaje de un texto, sino a un punto de llegada.»

El ciclo arrancó en junio del año pasado en Funes & la Maga, un bar de Palermo próximo a la plaza Cortázar. «El balance es ampliamente positivo», subraya Pichersky. «Logramos generar un espacio de intercambio y exposición para autores y músicos jóvenes, y surgieron derivaciones sorprendentes, lazos productivos de una gran generosidad entre quienes participaron, tanto escritores y músicos como público, lo que dio lugar a nuevos proyectos y a la modificación de nuestra propuesta inicial, para hacer del ciclo un espacio inclusivo con el que estamos cada vez más contentos.» Entre las novedades para este año se encuentra la proyección de animaciones, que estará a cargo de Luciana Goyhman, y la mudanza a la Casa Nacional del Bicentenario. «Seguimos incorporando actividades que desde distintas perspectivas apuntan a hablar de nuestra identidad, como la difusión de la literatura y los escritores argentinos a través de textos de ficción. Pronto sumaremos ciclos vinculados con la poesía», anticipa Liliana Piñeiro, directora de esta institución que cumple tres años.

«La literatura y la música comparten varias características y se cruzan de diversos modos», postula Moretti. «La sonoridad y el ritmo de un texto literario, por ejemplo, son claves a la hora de lograr una narración que atrape al lector y no lo suelte hasta el final; esto es lograr un tono que sea adecuado para lo que el escritor pretende contar.» Pero también, agrega el narrador, hay vínculos a nivel temático. «Sin ir más lejos, en diciembre del año pasado tanto Ariel como yo participamos del libro Letras y músicas, que reúne cuentos con referencias musicales escritos por alumnos de Diego Paszkowski y que surgió a partir de una serie de presentaciones en la biblioteca Ricardo Güiraldes, donde los autores fueron acompañados por prestigiosos músicos que improvisaron sobre las narraciones. Tanto en estas presentaciones como en nuestro ciclo, se comprueba que la literatura y la música no sólo pueden convivir, sino que dialogan y dan lugar a interesantes cruces.»

En los últimos años se han multiplicado los ciclos de lecturas, especialmente entre los narradores. Pichersky cuenta que tiene la sensación de que hay mucha gente activa en el ámbito de la escritura. «No sé si más que antes, pero sí más visible», aclara. «Hay un fenómeno de descentralización de la literatura que me parece interesante: así como por un lado, a nivel editorial, los sellos chicos son los que más tienden a apostar por la literatura, por otro, abrir espacios de circulación de la escritura parece más sencillo que en otro tiempo. En particular, creo que los ciclos son muy valiosos en la medida en que, lejos de la idea de lectura como una práctica solitaria y silenciosa, proponen una experiencia literaria plural y viva». Moretti recuerda algo que nunca olvidará: el llamado 8N, la protesta contra el gobierno nacional, sucedió justo el mismo día en que hacían el ciclo en el bar de Palermo. «Hacía mucho calor, el ambiente estaba raro y el día anterior se había cortado la luz en casi toda la ciudad. La impresión que tuve no fue la de estar encerrados con nuestro ciclo mientras afuera se producía algo, si se quiere, más importante o trascendente, sino todo lo contrario: escribir, leer, componer y escuchar, y en especial generar el ámbito para que esto suceda en una ciudad que ha dado tantos grandes artistas, me pareció una respuesta contundente acerca de lo que pienso del arte y de su relación con la sociedad: construir más que destruir, y compartir antes que encerrarse.»

* Traspapelados se presentará en la Casa Nacional del Bicentenario hoy, el 25 de abril, el 30 de mayo y el 27 de junio (Riobamba 985). Entrada libre.

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