C iudad Juárez, Chihuahua. 10 de septiembre de 2014. (RanchoNEWS).- Hacia 1921 se organizó una exposición en la que se abordó la sexualidad indígena en el arte; desde ese tiempo hasta nuestros días, jamás se había tratado de una manera tan completa como la que se ofrece a través de la exposición Taco de ojo. Erotismo popular, que alberga el Museo Nacional de Culturas Populares (MNCP). Una nota de Jesús Alejo Santiago para Milenio:
«Jamás se había abordado la sexualidad indígena de una manera tan completa como ahora. Se habían trabajado ciertos aspectos en algunas exhibiciones, pero nunca la sexualidad del mexicano en la perspectiva popular», explica el curador de la muestra, Juan Rafael Coronel Rivera.
Se trata de una selección de 867 piezas de erotismo popular elaborados entre la época clásica mesoamericana y nuestros días, procedentes de la colección del MNCP, y otras colecciones particulares o de instancias como el Instituto Nacional de Antropología e Historia, la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, y de los museos Soumaya Fundación Carlos Slim, el Rafael Coronel del Instituto Zacatecano de Cultura y de La esquina Museo del Juguete Popular Mexicano Colección Angélica Tijerina.
"Esta muestra lo que quiere hacer es dar un entorno distinto, en el que se vea que en el arte popular hay una evolución y que, además, el arte popular corresponde no a ramas de la industria, sino a expresiones culturales, ya sea mestiza, urbanas o indígenas; es así como se planea la estructura principal de la exhibición", dice Coronel Rivera.
La muestra no tiene un orden histórico, aunque sí se divide en etapas históricas, pero no en periodos sino en conceptos, explica el curador de la exposición, y se convierten en metáforas de cada una de las cuestiones relacionadas con el erotismo popular.
«Esta es la primera muestra —desde 1921, cuando se hicieron los posicionamientos del arte popular— que presenta este aspecto sobre la sexualidad, no nada más en el ámbito de las ciudades, sino también en el propiamente indígena», afirma el curador de la muestra.
Mosaico erótico
Taco de ojo. Erotismo popular se integra con arte popular indígena, con sus personificaciones de lo idílico, recuerdos de viajes por México traducidos en tazas, playeras y llaveros, o adornos, utensilios, juguetes, literatura y deportes como la lucha libre.
«Como en todo el comportamiento de los mexicanos, la historia es muy importante: nosotros funcionamos en la perspectiva sexual y erótica a través de arquetipos, y nuestros arquetipos vienen muy bien planteados desde tiempos precolombino; así, la exposición empieza con la presentación de una serie de piezas arqueológicas, luego novohispanas y luego ya propiamente la evolución hacia lo que nosotros conocemos como arte popular», explica Coronel Rivera.
De alguna manera se representa la gran cantidad de aspectos que enmarcan directamente la sexualidad humana, mediante manifestaciones con matices un tanto más liberales, hasta las que se fincan en los tabúes más recalcitrantes: "La sexualidad indígena en el mundo precolombino era muy abierta, pero al llegar los españoles entra la prohibición.
«En esas secciones, sobre todo en la arqueológica, es donde fundamentamos los arquetipos, empezando por Quetzalcóatl, serpiente emplumada que, además, es la encargada de los vientos y la movilización de las nubes, así como del agua para la fertilización; la serpiente está asociada al falo fertilizador y es desde ahí desde donde comienza la exhibición, con este tipo de arquetipos precolombinos».
El propósito de la exposición es congregar un mosaico lo más amplio posible referente al erotismo en la sociedad mexicana, a fin de entender el contexto en el cual las más de 850 obras fueron creadas.
Taco de ojo. Erotismo Popular se inauguró anoche, en el MNCP, avenida Hidalgo 289, colonia Del Carmen, Coyoacán, donde permanecerá en exhibición hasta el 23 de noviembre.
La relación mexicana con la sexualidad
Los mexicanos tenemos una relación con la sexualidad muy compleja, debido a que somos una sociedad emanada del matriarcado y, ante esa figura, la sexualidad siempre resulta compleja y vergonzosa, asegura Juan Rafael Coronel Rivera.
«Lo que tratamos es que se vea cómo hay una muy profusa iconografía popular alusiva directamente a la sexualidad, de manera muy abierta, pero que siempre ha estado en una visión subrepticia».
En la muestra hay muchas piezas de creadores seris, mixtecos, zapotecos, quienes hacen alusiones directas a la sexualidad, incluso muy abiertas, y otras un tanto más metafóricas, como son los casos representados a través de changos, de las serpientes, etcétera. Pero «no es que haya una doble moral, sino una cierta relación con la vergüenza, con la pudibundez, con este sentido de 'sí se ejerce, pero no se muestra; sí se práctica, pero no se habla'», a decir del curador de la muestra.
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