Rancho Las Voces: Artes Plásticas / México: Francis Alÿs, puente entre pintura y acción
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martes, marzo 10, 2015

Artes Plásticas / México: Francis Alÿs, puente entre pintura y acción

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El Museo Tamayo revisa una década de producción del artista belga radicado en México, quien desde 2006 no había presentado una muestra individual en el país. (Foto: Archivo)

C iudad Juárez, Chihuahua. 10 de marzo de 2015. (RanchoNEWS).- La negociación es un ejercicio usual en la metodología artística de Francis Alÿs (Antwerp, 1959) en dos sentidos. Primero, en la correlación entre su obra gráfica –dibujo, pintura, fotografía– y sus acciones que concluyen en videos; segundo, en el diálogo con el contexto geopolítico de las localidades donde produce sus proyectos.Reporta desde la ciudd de México para Excélsior Sonia Ávila.

«Es una doble negociación, una personal y una negociación con la geopolítica alrededor de cualquier trabajo», afirma el artista belga que vive y trabaja en la Ciudad de México desde 1986. Un método creativo en el que el soporte queda en segundo plano frente a la narrativa.

 «No tengo una formación artística, yo llegué a México como arquitecto, y no soy bueno en ninguna disciplina, pero eso también permite que no me interese el medio en particular; yo desarrollo el proyecto con la idea y busco cuál es lo más adecuado para materializar esta idea», abunda quien evidencia este proceso en la exposición Relato de una negociación, que inaugura el 25 de marzo en el Museo Tamayo.

La relación entre la gráfica y la acción en los proyectos de Alÿs es casi de rebote mutuo. Los dibujos, pinturas e incluso textos clarifican el sentido y la forma que busca para sus acciones, y estos, a la vez, alimentan el contenido de la obra producida en su estudio a manera de ejercicios mentales.

Ni siquisiera, añade, puede considerar las pinturas como bocetos de las acciones, pues más bien funcionan en paralelo, y en muchos casos son autónomas.

 «Los dos procesos se retroalimentan uno al otro. Yo necesito dibujar, pintar, escribir para poder avanzar en la producción de una acción determinada en un sitio determinado, son dos actividades que se rebotan, pero que es necesario, pues las pinturas me ayudan a tomar decisiones y hasta financiar las acciones que no son lucrativas.

 «Es una economía de producción que se dio de manera bastante natural, fortuita, y me ha permitido a veces hacer producciones que duran hasta diez años, y eso me permite cierta libertad dentro de las limitaciones de cualquier producción en México o en cualquier otro país», explica en entrevista.

Entonces, quien es representado por galerías como Yvon Lambert (París) y David Zwirner (Nueva York) no le interesa si su obra toma la forma de un rollo de película, un video o una poesía; su preocupación se centra en narrar historias de sitios representativos, hasta cierto punto, de la condición marginal y periférica de la sociedad en crisis.

Es el caso de los tres proyectos que integran la exposición en el Museo Tamayo, bajo la curaduría de Cuauhtémoc Medina. Se trata de No cruces el puente antes de llegar al río (2008), Tornado (2000-2010) y Reel-Unreel (Enrollar/desenrollar) (2011), que coinciden en la metodología de trabajo y en concluir en videos como registros de un proceso estético.

Alÿs explica que No cruces el puente antes de llegar al río consistió en un puente construido por niños con pequeños barcos para cruzar el Estrecho de Gibraltar, acción que había hecho previamente con barcos reales entre Cuba y Florida (2006); donde el concepto de puente es una metáfora a la lejanía cultural y social de dos regiones.

Mientras Tornado fue un proceso más íntimo que duró una década durante la cual el artista persiguió los remolinos formados en la zona de Milpa Alta como un exorcismo del «horror» causado por la violencia en el país en la primera década del siglo XXI.

El tercer proyecto registra el juego de los niños en Afganistán al girar una rueda, y él invitó a los menores a usar los carretes de películas destruidas por la guerra.

 «No soy director de cine, entonces no soy alguien que llega a dar órdenes para grabar un video; sólo pongo las reglas del juego y dejo que éste se desarrolle bajo la improvisación de los participantes, yo sólo registro cómo se desarrolla y cuál es su conclusión; me pongo en un papel de espectador y si acaso de interlocutor.

«Y a veces la pieza no va hacia donde yo quiero, pero es parte del juego porque soy sólo la chispa que provoca la situación. En el caso de Tornado fue una pieza mucho más individual, un recorrido personal de diez años, donde fueron cambiando las intenciones detrás del proyecto».

Más allá de las definiciones estéticas de las que parten estos proyectos, el artista con exposiciones en la Tate Modern de Londres y el Museo de Arte Moderno de Nueva York asegura que el «motor» de las acciones es la empatía con los habitantes de las ciudades, quienes se convierten en colaboradores y hasta protagonistas de sus acciones. Un contacto que busca entender el contexto local, y lograr que ellos comprendan el sentido de su trabajo.

En ese sentido si bien son disímiles los tres proyectos y ciudades donde se desarrollaron, Alÿs considera que ofrecen una lectura amplia de su modo de producción, de su ubicación como artista, y permite múltiples interpretaciones por parte del espectador.

Para ello la exposición se aleja de un montaje saturado para apostar más por un recorrido didáctico  «claro y directo» sobre su concepto estético sin necesidad de textos explicativos más que las mismas imágenes desplegadas en sala; sin que ello signifique, aclara, que condicione la lectura de su obra, más bien busca enganchar pronto al público.

«Lo que me importa es provocar un contacto con el espectador, es difícil porque el lapso de atención de un espectador es muy corto hoy en día cuando estamos saturados de imágenes, el tiempo de atención real es mínimo. La magia del arte contemporáneo es desacelerar la visualización de una imagen, provocar un momento de suspensión en el tiempo para apreciar».

¿Dónde y cuándo?

Relato de una negociación se inaugura el 25 de marzo, a las 19:30 horas, en el Museo Tamayo. Permanecerá hasta el 15 de agosto. (Paseo de la Reforma 51, Bosque de Chapultepec).



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